Como jóvenes, queremos utilizar nuestro tiempo y energía en el avance de Su reino y en vivir cómo Dios quiere que lo hagamos.
Dios trabaja en nuestras vidas en el día a día. En este tiempo jugamos, reímos, compartimos y trabajamos juntos disfrutando de un ambiente sano.
Juntos podemos compartir, aprender y motivarnos.